¿De qué se trata toda esta macana? Pues lo primero que hemos hecho los profesores es identificar lo que te hace falta:
1. Necesitas mejores mecanismos de búsqueda eficiente de información (porque casi siempre utilizas lo primero que encuentras en Google, y lo peor de todo es que eso que encontraste no tiene nada que ver con lo que se te pidió)
2. Necesitas mejores formas para organizar y clasificar la información (porque para ti todo vale lo mismo, chaval) y para hacer dialogar a las fuentes, de tal modo que puedas compartir puntos de vista distintos sobre cada una de las lecturas (en realidad, es más fácil de lo que parece).
3. Necesitas construir conocimientos a la luz de otros materiales, aplicando lo que has aprendido y presentándolo de manera amena, como si se tratara de un juego (pero con sus reglas claras, por supuesto).
4. Necesitas que tus papás te aumenten la mesada... pero ese es otro proyecto.
JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO
En vista de la aparente “natividad digital” de ustedes, nuestros alumnos, el empleo de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) dentro del proceso educativo resulta fundamental para motivar, utilizar, aprovechar y potenciar sus verdaderas capacidades. Asimismo, es necesario rescatar los “rituales digitales” que ustedes suelen desarrollar, de tal modo que se incorporen estas lógicas de uso: reciben información más rápida, gustan de los procesos multitareas paralelos, prefieren lo gráfico antes que el texto, defienden los accesos al azar (contenidos), funcionan mejor cuando trabajan en red, prosperan con satisfacción inmediata, etc (Prensky 2003). De lo contrario, bajo nuestra posición de inmigrantes digitales viejos y caducos (hablamos de nosotros, sus queridos profesores), es posible que desarrollemos herramientas más acordes con nuestras propias estructuras mentales que con las de ustedes, las cuales, evidentemente, son prácticamente ajenas a nosotros... bueno, tampoco es para tanto.
Tus profesores ya te dejaron un proyecto comunicativo, que puede ser escrito y formal (ensayo breve explicativo o argumentativo, estado de la cuestión, monografía) o producido a través de medios audiovisuales. En función del cumplimiento de esta tarea, vas a desarrollar tres pasos sumamente divertidos (créenos, por favor):
1. Vamos a identificar y clasificar las fuentes.- Este es el primer momento. Cada grupo debe identificar o generar fuentes de información relevantes para el tema que van a desarrollar. Pueden ser artículos, libros, reportajes, encuestas, entrevistas, mapas, documentales, gráficos, etc. Si quieren generar sus propias fuentes (realizar entrevistas, sondeos de opinión, tomar fotografías, grabar un video, etc.), deben primero subirlas a la web (a cualquiera de las páginas que conozcan o que sus profesores indiquen: Scribd, Issuu, YouTube, Flickr u otros). Para esta etapa, te proponemos una herramienta que se llama Zotero y que es un administrador de referencias bibliográficas que te permitirá no solo generar una biblioteca del grupo luego de seleccionar los recursos de interés para su proyecto comunicativo, sino que, además, podrá clasificar las fuentes y adjuntar notas, links o archivos.
2. Ahora tocar armar el esquema.- En este segundo momento deberás producir esquemas de las fuentes relevantes para el proyecto utilizando los mapas conceptuales, que pueden enriquecerse con imágenes, colores, enlaces, videos, etc. Esta es la fase de procesamiento de la información donde, luego de leer críticamente y con profundidad las diversas fuentes que has seleccionado, darás cuenta de las ideas principales de cada una de ellas y de cuál es la lógica (organización, jerarquización) interna a través de la cual se desarrolla el tema tratado. Para esta etapa, puedes utilizar algunas de las siguientes herramientas que permiten la generación de mapas conceptuales on line: Mindomo o Mindmeister.
Ojo: Puedes revisar los tutoriales que tos profesores han preparado con mucho cariño explicando el uso de cada una de estas herramientas.
- El estudiante realiza el proceso previo a la elaboración de un proyecto comunicativo, académico o creativo, de modo colaborativo y aprovechando los recursos que ofrecen las TIC para trabajar.
- El estudiante desarrolla las habilidades que involucra cada fase del proceso y se hace consciente de la necesidad de llevar a cabo cada una de ellas de manera ordenada y eficiente para conseguir el objetivo final de todo producto comunicativo: transmitir un mensaje (ya sea para informar, explicar o persuadir).
- El profesor observa el proceso previo a la elaboración del producto comunicativo y acompaña de modo efectivo el mismo para retroalimentar e, incluso, redireccionar oportunamente los esfuerzos de los alumnos cuando sea necesario.
Bienvenido al proyecto Telaraña...