A lo largo del desarrollo del Proyecto Telaraña, no he podido evitar preguntarme más de una vez hasta qué punto me siento cómoda con la etiqueta de migrante digital y hasta qué punto reconozco a mis alumnos como nativos digitales multitasks. Me siento más nativa que muchos de mis alumnos y la misma sensación tienen otros colegas con los que trabajo.
Sin embargo, creo que estas reflexiones no van a llevarme a ningún lado. Dejando de lado estas etiquetas, debo reconocer que la incorporación de las TICS a mi práctica docente no ha hecho más que renovarla y enriquecerla. Y es eso lo que me interesa compartir con mis alumnos: el mantener latente la capacidad de asombro y el interés por seguir aprendiendo.
Gisela
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